En realidad, esto no es nada nuevo. La Ertzaintza, como toda policía al servicio del capital, siempre ha sido represora para con la clase antagónica, la trabajadora. Y, lamentablemente, en toda su existencia ha dejado un reguero de personas heridas, incluso muertas, como es el caso de Íñigo Cabacas.
Recientemente, a un joven de 16 años le reventaron el ojo en los carnavales de Tolosa, El pasado domingo, en la manifestación del 3 de marzo, hirieron a una mujer (doble rotura de mandíbula) y atropellaron la una persona con la furgoneta policial al cruzar la misma al paso del Bloque Socialista en dicha movilización.
Ahora, debemos reportar que una mujer de 44 años permanece en la UCI con hemorragia cerebral interna tras recibir el impacto de un proyectil en la sien lanzado, todo parece indicar, por la Ertzaintza. Esto sucedió durante las brutales cargas de este cuerpo represivo antes del partido de la Real Sociedad contra el París Sant-Germain (PSG), celebrado en el Reale Arena el pasado martes, 5 de marzo.
El marido de la mujer herida explicó a Noticias de Gipuzkoa, entre otras cosas: […] “escuchó un ruido y se dio cuenta de que aparecía una fila de ertzainas. Le pegaron un pelotazo en la sien desde unos 20-30 metros de distancia. Dispararon a la altura de la cabeza, algo que no pueden hacer y sabemos que no venía de rebote porque se encontraba en mitad de la carretera. Y, lo que más le disgusta, es que encima pasaron por encima de ella cuando estaba en el suelo. Y eso que intentó levantarse, pero volvió a desplomarse porque estaba mareada”.
A Joseba, que así se llama su marido, expresó también: “Quiero recalcar que mi mujer estaba mirando el móvil para intentar coger cobertura. Y luego, será el protocolo de la Ertzaintza o lo que sea, pero a mí me parece inhumano que veas a una mujer de 44 años, que ves que es madre, no una joven, que le has metido un impacto y le ha dejado herida en el suelo como a un perro”.
Como viene siendo habitual, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco ha anunciado que ha puesto en marcha el mismo protocolo de actuación que en el reciente incidente de Tolosa (aquí salieron impunes los uniformados). También la Unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza abrirá una investigación.
Decir que hacen algo para no hacer nada. El resultado de sus “investigaciones” siempre suelen ser el mismo: los responsables de los daños causados nunca reciben sanción alguna.
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