El consejero de Seguridad del gobierno vasco, Josu Erkoreka, fiel defensor de la policía que dirige (Ertzaintza) y el partido que representa (PNV), expresó ayer en una rueda de prensa algunas cosas que, en realidad, más que dejarle bien parado causó el efecto contrario.
Todo el mundo sabe que en la manifestación de Gasteiz por el 3 de Marzo hubo ertzainas infiltrados (existen fotografías y vídeos que lo certifican). Pues bien, Erkoreka fue de gracioso durante la comparecencia, en referencia a este caso.
El consejero de seguridad señaló que “no cree” que sorprenda “a nadie” que haya policías infiltrados en manifestaciones, porque, según sus palabras, es algo que sucede “en todas las policías democráticas del mundo”. Y añadió que los policías infiltrados “completan la perspectiva de los policías uniformados”, ya que estos tienen la perspectiva “limitada”.
Decimos que fue de gracioso porque ironizó acerca de los golpes que uno de estos policías infiltrados recibió de un agente uniformado. Esto es lo que dijo: “Estaba bien infiltrado, ¿no?”.
Sí, dijo que estaba bien infiltrado. Lo que no dijo es que llevaba en la mano una porra extensible que, se supone, están prohibidas. Erkoreka no sólo obvió este detalle. Sucede que si los policías uniformados fueron a por él creyendo que era un manifestante es porque el infiltrado estaba participando en los disturbios, escusa que la Ertzaintza argumentó para cargar. Y si participaba en los disturbios (para que sus compañeros fueran a por él a golpearle con saña) está claro que estaba cometiendo un delito. Por otra parte, si argumentan que él no estaba participando en los disturbios, entonces, lo que nos están diciendo es que golpeaban a ciegas a todo lo que se movía por allí de manera absolutamente indiscriminada.
En un caso o en otro salen mal parados. ¿Por qué Erkoreka, pues, pasó por alto tan importante detalle?
Erkoreka también se refirió al caso de Tolosa, donde un joven de 16 años fue herido de gravedad por una bala foam disparada por la Ertzaintza. Cuando esto hubo sucedido, el consejero de seguridad aseguró que llevarían a cabo una investigación interna. En la misma rueda de prensa, Erkoreka dijo que “La principal conclusión es que el herido no estuvo allí por casualidad; no estaba caminando, […] no vio los disturbios y se fue. Él era parte de los disturbios”. ¡Y con esto ya justifica que le revienten el ojo!
No obstante, todo parece indicar que miente, porque el responsable de la Ertzaintza aseguró que esta no disparó directamente contra el joven herido, sino que recibió el impacto “indirectamente”, tras impactar a otra persona en el brazo y “rebotar”.
En un documento publicado por el gobierno español en 2019, la propia policía explicó entonces que los proyectiles de espuma son “más precisos” y no “rebotan”: “Por tanto, no son peligrosos para los ciudadanos”. ¿En qué quedamos?
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