Una de las armas que más utiliza la derecha del estado español (incluida el PSOE) es la desmemoria o, si lo prefieren, la historia tergiversada (tanto la reciente como la lejana). Pero, afortunadamente, no todas las personas creemos lo que nos dicen.
Estos días ha habido cierto revuelo mediático acerca de las listas electorales para las elecciones del 28 de mayo. Como sabrán, EH Bildu incluyó a varios ex presos, ex militantes de ETA, hoy libres tras cumplir sus condenas y con los derechos civiles y políticos recuperados.
La bulla que desde el PP y Vox se montó por ese motivo, luego de la denuncia de Covite, con Consuelo Ordóñez a la cabeza, llevó a la renuncia de los ex militantes mencionados de las listas de EH Bildu. Al no poder modificarlas, anunciaron que no accederán a los cargos en el caso de que resulten elegidos. La enésima cesión de EH Bildu a un Estado que, aseguraron, iban a confrontar de manera pacífica, pero que, lejos de hacerlo, lo apuntalan todos los días.
Decíamos que la desmemoria es el arma que más utiliza la derecha del estado español (incluida el PSOE). En el caso que nos ocupa, vamos a poner un ejemplo. El PP señala a otros lo que ellos también han practicado. Y es que, en las elecciones municipales de 2003, el PP incluyó en sus listas electorales a dos ex militantes de ETA.
Encabezada la lista del PP para la alcaldía de Bilbao por Antonio Basagoiti y cerrada por José María Aznar, en ella también se incluyó a un ex militante de ETA. Lo habéis leído bien: en 2003, Aznar, entonces presidente del gobierno español, compartió lista con Jon Juaristi, que militó en ETA en los años 60 del siglo pasado.
En Donostia encabezó la lista del PP María San Gil, con la inclusión en la misma de Mikel Azurmendi, hoy ya fallecido. Este individuo también fue militantes de ETA.
Cabe recordar que María San Gil se encontraba con Gregorio Ordóñez cuando ETA acabó con la vida de este. Esto sucedió en enero de 1995. La inclusión en las listas del PP de Juaristi y Azurmendi fue posterior a este hecho, cuando la organización armada estaba activa. Huele, pues, a hipocresía y cinismo toda la bulla que estos días ha escenificado el partido de Alberto Núñez Feijóo con las listas electorales como argumento.
Por otra parte, subrayar la reconversión ideológica de Jon Juaristi y Mikel Azurmendi: ¡de ETA al PP!, aunque el primero, para mayor degeneración, ahora está en la órbita de Vox.
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