UNO
Empezaremos esta nota subrayando lo que los dirigentes del PSOE se empeñan tanto en obviar. Los Grupos Antiterrorista de Liberación (GAL) fue una creación del citado partido que operó entre 1983 y 1897, con Felipe González (el señor X) como presidente del gobierno español. Formados todos ellos por mercenarios, estos eran remunerados con el dinero público.
El PSOE y el gobierno de Felipe González fueron tan responsables del GAL que un ministro (el de Interior) llamado José Barrionuevo y el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, resultaron condenados por el secuestro de Segundo Marey.
Los GAL asesinaron a 27 personas, secuestraron y torturaron. El PSOE, de manera oficial, nunca ha pedido perdón ni ha condenado los hechos (sus hechos), motivos más que suficiente para haber sido ilegalizado con su propia ley de partidos. Los que entraron en la cárcel por las actividades de los GAL salieron a la calle muy pronto y sin cumplir sus condenas.
DOS
Estos días ha habido cierto revuelo porque EH Bildu ha incluido a ex presos de ETA en sus listas para las elecciones electorales; presos que, por otra parte, ya cumplieron sus condenas. Partidos que nunca condenaron el franquismo y gente del propio PSOE han criticado la inclusión de ellos en las citadas listas.
La hipocresía es enorme en este caso, porque tanto el PP como el PSOE han llegado a tener en sus filas (por paradójico que parezca) a ex militantes de ETA. El PP, por ejemplo, a Jon Juaristi (aunque ahora este individuo, desde el 2006, forma parte del Patronato de Honor de la Fundación DENAES vinculada al partido Vox) y Mikel Azurmendi; el PSOE muchísimos más, pues cuando Euskadiko Ezkerra se disolvió para entrar en el PSE no pocos ex militantes de ETA acabaron en sus filas.
TRES
Emiliano García-Page, último presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE para reeditar el cargo, expresó ayer, en un mitin en Puertollano (Ciudad Real) y en el que también participó el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, esta perla: “Yo, con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina”.
CUATRO
Llama la atención, aunque hoy ya no sorprenda, cómo ex militantes de ETA forman parte de listas de una coalición (EH Bildu) que siempre acaba apoyando con sus votos al partido que creo los GAL, pero están en su derecho.
Tampoco resulta sorprendente el pataleo por este asunto del PP, Vox y el señor García-Page, que pertenece a un partido que, como hemos señalado, tiene unos antecedentes tan turbios u oscuros. Nos tienen más que acostumbrados a ello.