La expansión de ideas reaccionarias y la normalización del machismo se expanden cada vez más en la actualidad. Además, las mujeres trabajadoras seguimos sufriendo una especial subordinación y explotación económica: nuestra posición dentro de la familia, la carga de los cuidados o la existencia de trabajados feminizados especialmente precarios, entre otras cuestiones, marcan nuestro día a día. Unas condiciones de explotación que se intensifican en colectivos las mujeres migrantes o las mujeres trans, sufriendo tasas aun más graves tanto de violencia como de temporalidad en el trabajo, parcialidad y subempleo.
Frente a todo ello, hoy toda una nueva generación de jóvenes trabajadoras somos conscientes de que la superación definitiva y total de la opresión de género sólo puede venir de la mano de la superación del capitalismo y la construcción de una sociedad que acabe con la opresión económica, política y cultural de las mujeres trabajadoras.
Por ello, desde CJS nos comprometemos a estar en primera línea de lucha contra las ideas y prácticas machistas, misóginas y LGTBIfóbicas, y a integrar el trabajo en torno a la opresión de género en la lucha por la construcción del socialismo.
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