Al parecer, el presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, propuso que el país reciba a niños palestinos que quedaron huérfanos como consecuencia de la agresión genocida contra la Franja de Gaza, por parte del Estado sionista.
Acerca de esta propuesta, la presidenta del gobierno, Claudia Sheinbaum, ya ha pronunciado. Estas son sus palabras al respecto: “Está muy bien, si es necesario, por supuesto. México siempre va a estar abierto”. Las ha pronunciado durante su conferencia matutina, al ser cuestionada sobre la iniciativa que busca organizar una operación humanitaria para el traslado y refugio de menores de edad.
Sheinbaum ha explicado que el tema será revisado por el canciller Juan Ramón de la Fuente para analizar la viabilidad de establecer un programa especial. Y ha añadido: “Siempre tiene que ver con asuntos humanitarios en México. Siempre abrirán las puertas. Tendríamos que revisar si es el caso”.
El gobierno de México trata de hacer ver que son sensibles para con el dolor ajeno. Sobre el genocidio en Palestina por parte del Estado sionista ha mostrado rechazo; también ha hecho algún gesto (muy menor) como el del recibimiento de niños palestinos huérfanos (en el caso de que los reciba, que está por ver), pero nada más.
En numerosas ocasiones, el pueblo ha exigido al gobierno (al de AMLO y al de Sheinbaum) la rotura de relaciones con el Estado genocida, pero la demanda ha sido siempre desoída. La solución al problema de Palestina no pasa por gestos de cara a la galería, sino por hacer daño de verdad a los históricos agresores. Y eso pasa por su aislamiento, comenzando porque los gobiernos de los países rompan las relaciones.
Palestina necesita otra cosa. En el caso que nos ocupa, México con sus “gestos” sólo vende humo.
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