Quienes dieron un giro ideológico tan notable (de posturas revolucionarias al reformismo) parecen haber olvidado la persecución que en su día sufrieron por parte de los partidos políticos, entonces, asimilados por el sistema. La Izquierda Abertzale fue blanco de vetos en numerosos espacios públicos, precisamente por trabajar al margen de lo que dictaban sus reglas de juego.
Pero ahora la Izquierda Abertzale forma parte del sistema, está asimilada por este, se alimenta de este y defiende la mano (no la muerde, al menos) que de manera abundante le da de comer. Es por eso que su memoria permanece voluntariamente desactivada (olvidándose de la persecución que sufrió en su día por parte de los partidos que ahora, en muchas ocasiones, son aliados) y ya sólo se acuerda de lo que le interesa para el buen funcionamiento de su coalición-empresa.
Es por eso que a quienes se niegan a transitar por el camino de la asimilación, e inevitablemente señalan sus enormes contradicciones, tratan de hacerles la vida imposible. Esto es lo que intentan, una y otra vez, con el Movimiento Socialista (MS).
El MS, que no recibe ni un solo céntimo de las instituciones burguesas, a las que obviamente combate, suele recurrir a montar txosnas en las fiestas de los pueblo y ciudades para autofinanciarse. Los vetos que desde la Izquierda Abertzale se promueve desde hace varios años es, precisamente, para impedir la autofinanciación.
A esto obedece el actual veto que está ejerciendo sobre Luberri Konpartsa. Y no es casual el veto. Lo hacen porque saben de sobra que el Movimiento Socialista participa de manera activa en Luberri.
Aquí les dejamos el comunicado íntegro, a este respecto, de Luberri Konpartsa:
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