El nuevo jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, llegó anoche a Israel tras participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich y como parte de una gira que también lo llevará a Arabia Saudí, donde está previsto que se reúna con funcionarios rusos para iniciar negociaciones y poner el fin a la guerra en Ucrania.
Ha sido esta mañana cuando el primer ministro de Israel, el genocida Benjamín Netanyahu, le ha recibido. Es el primer viaje a Oriente Medio de Marco Rubio desde que asumió en enero.
Ambos siniestros individuos analizarán la situación en Medio Oriente y tratarán la iniciativa imperialista de Donald Trump destinada a expulsar a los palestinos de Gaza y a acabar con Hamás. Este es su perverso deseo que, como se sabe, está muy alejado de la realidad.
Tras el encuentro de Rubio con Netanyahu habrá una declaración pública conjunta, y después el secretario de Estado mantendrá una reunión a solas con Gideon Saar, ministro de Relaciones Exteriores de Israel.
Cabe recordar que el presidente estadounidense, Donald Trump, había amenazado con convertir Gaza en un “infierno” sobre Gaza si Hamás no liberaban antes del mediodía de ayer (hora de Washington; las 19.00 en Israel) a “todos” los rehenes.
La Resistencia palestina liberó ayer a tres rehenes, como estaba previsto, no a “todos”, como exigió Trump y Netanyahu. Y la bravuconería del presidente imperialista yanqui se quedó diluida en la nada; lo mismo que la del primer ministro sionista.