Esto lo ha expresado (vomitado más bien) un miembro del “trío de las Azores” (que en realidad fue cuarteto, pues Durao Barroso también estuvo por ahí); el mismo que propuso a Hugo Chávez (por supuesto que sin éxito) que pasara a formar parte de la chusma mundial (traicionando a su pueblo) y rompiese la hermana relación con Cuba y su gran conductor: Fidel Castro. Un despreciable individuo que, finalmente, de alguna manera participó en el fracasado golpe de Estado que le asestaron al líder bolivariano en 2002.
Por supuesto, nos estamos refiriendo al ex presidente del gobierno español José María Aznar. Este ha reaccionado ante las condiciones de Carles Puigdemont, para que su partido vote afirmativamente en la investidura de Pedro Sánchez, de manera muy acorde a su condición reaccionaria.
Aznar ha criticado con contundencia este martes que el Gobierno en funciones intente negociar con el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y, por supuesto, ha arremetido contra el viaje que realizó a Bruselas la vicepresidenta y ministra de Trabajo en funciones Yolanda Díaz.
El también presidente de la Fundación FAES ha expresado ante el mencionado hecho: “no cabe mayor expresión de degradación política y descomposición institucional”.
También Felipe GonzáleX se ha pronunciado al respecto
El señor X de los GAL, Felipe González, ha expresado acerca del mismo caso que “los cimientos de nuestra democracia y convivencia están siendo atacados”. Esto lo ha dicho un individuo que, bajo su gobierno, se creo los GAL, un grupo de mercenarios que para asesinar a militantes revolucionarios (a cerca de 30) se les pagaba con el dinero de los Fondos Reservados; es decir, con el dinero público.
GonzáleX ha rematado su “brillante” intervención (en relación a una posible amnistía para los dirigentes del procés) diciendo que “la Constitución no es un chicle que se adapta al deseo particular de cada cual”.
De todas maneras, al margen de lo que digan o hagan individuos tan siniestros, como los dos ex presidentes españoles mencionados, Catalunya difícilmente podrá ser independiente con dos formaciones (socialdemócrata una y de derechas la otra) que a la mínima dificultad sacan a relucir el autonomismo que llevan dentro, plegándose al Estado que les niega la independencia. Ejemplos de esto existen por doquier.