Mediante una conferencia celebrada esta mañana en un hotel del centro de Bruselas, el ex president de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont ha expuesto las condiciones que el presidente del gobierno español (ahora en funciones), Pedro Sánchez, tiene que aceptar si es que quiere que Junts vote afirmativamente en la sesión de investidura.
Con la presencia de unas 200 personas, y alrededor de sesenta periodistas acreditados, Puigdemont ha reclamado al PSOE “un acuerdo histórico, un compromiso histórico” que, al parecer es inédito (así lo han subrayado) desde 1714.
Estas son las principales demandas:
- Respeto y reconocimiento a la legitimidad democrática para el independentismo (“No se puede negociar con quien, nos considera la segunda amenaza más importante después del terrorismo yihadista y pide a Europol que nos trate de terroristas”)
- El abandono completo y efectivo de la vía judicial contra el independentismo y los independentistas (“El 1-O no fue un delito, como tampoco la declaración de independencia, ni las protestas masivas contra la represión y la sentencia del Supremo”)
- La creación de un mecanismo de control y verificación que aporte las garantías de cumplimiento de los acuerdos (“la total falta de confianza entre las partes hace que este mecanismo sea imprescindible y que tenga que operar desde el inicio de las negociaciones”)
- Por último, ha situado como los únicos límites en las conversaciones los (“definidos por los acuerdos y tratados internacionales que hacen referencia a derechos humanos -individuales y colectivos- ya las libertades fundamentales”)
Puigdemont no ha incluido un referéndum de autodeterminación entre las condiciones previas, pero después de referirse al déficit fiscal de Catalunya, déficits de las infraestructuras, o la no ejecución de los presupuestos previstos y la falta de inversiones,
Aunque ha subrayado que “no existe una receta autonómica para resolver los problemas de Catalunya”, Puigdemont no ha incluido un referéndum de autodeterminación entre las condiciones previas.
No obstante, sí ha subrayado que “el pueblo catalán tiene derecho a convertirse en un Estado independiente en forma de república y solo un referéndum acordado con el Estado español podría sustituir el 1-O”. Y ha añadido a continuación que “no existen impedimentos constitucionales para el referéndum, tampoco para la amnistía. Lo que no hay es voluntad política para asumirlo, porque si se quiere, también se puede. Y en democracia no hay otro mecanismo mejor que poner en manos de los ciudadanos la resolución de estos”.