Nada que sorprenda, al fin y al cabo, Muhammad Al Jolani fue el fundador de la exfilial siria de Al Qaeda, entonces conocida como Frente al Nusra. Hoy envuelto en traje y corbata, con nombre recuperado, Ahmed Hussein al-Sharaa preside Siria tras el derrocamiento de Bashar al-Assad.
Ayer, 30 de junio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que levanta la mayoría del régimen de sanciones de Washington contra Siria, citando “las acciones positivas tomadas por el nuevo gobierno sirio bajo el presidente Ahmad al-Sharaa”. Es decir, el actual gobierno de facto sirio comienza a ser servil para con el imperialismo yanqui, no como el gobierno derrocado.
La orden también exige que los funcionarios estadounidenses “tomen todas las medidas apropiadas con respecto a la designación del Frente Al-Nusrah, también conocido como Hayat Tahrir al-Sham y otros alias, como Organización Terrorista Extranjera” y “Abu Mohammad al-Julani, comúnmente conocido como Ahmad al-Sharaa, como Terrorista Global Especialmente Designado”.
Como se puede observar, para Estados Unidos terrorista no es quien practica el terrorismo, sino quien no se deja doblegar por los apetitos imperiales del inquilino de turno de la Casa Blanca.
Brad Smith, subsecretario interino de la Oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, dijo a la prensa: “Las acciones de hoy… pondrán fin al aislamiento del país del sistema financiero internacional, sentarán las bases para el comercio global y galvanizarán las inversiones de sus vecinos de la región, así como de Estados Unidos”.
Mientras esto sucede, los gobiernos occidentales, que del terrorismo piensan exactamente lo mismo que Estados Unidos, han ido cogiendo posiciones desde El siniestro pasado, aún reciente, del presidente de facto sirio no les importa; los asesinatos contra población indefensa desatados a posteriori tampoco. La cosa es hacer negocio, que los grandes capitalistas de sus respectivos países ganen ingentes cantidades de dinero en Siria es lo único que les importa.
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