Al alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, le entrevistaron en Radio Bilbao, medio en el que expresó algunas perlas que, sin duda, descubrieron que las movilizaciones no son, precisamente, algo que le gusten demasiado. Eso sí, dice defenderlas, aunque acabe poniendo los típicos peros de quien, en realidad, las aborrece. No en vano estamos hablando del alcalde perteneciente a un partido de derechas.
Veamos lo que, entre otras cosas, dijo el señor Aburto. Este individuo afirmó que en Bilbao hay “demasiadas” movilizaciones: “cada día” y “varias”. Y añadió que las protestas “destruyen la calidad de vida de los ciudadanos”, al tener que cerrar carreteras para dar paso a las manifestaciones.
Lo de que “destruyen la calidad de vida de los ciudadanos” fue expresado por Aburto, sí, el mismo que quiere desahuciar el próximo 26 de enero a una persona vulnerable de una vivienda municipal. Tan sensible como exterioriza ser el alcalde “con la calidad de vida de los ciudadanos”, ¿por qué la de esta persona le importa tan poco? ¡Cuánta hipocresía! ¿Cuánto cinismo!
Aburto propuso “cortar la vía absolutamente necesaria”, reubicar las movilizaciones “a otro punto o a la acera”. ¿Meter manifestaciones de miles de personas en la acera, señor alcalde? “Quiero pedir que sea posible manifestarse y, al mismo tiempo, no perturbar la vida de la gente todos los días”.
Tras declaraciones tan sumamente delatantes de su verdadera condición reaccionaria, Aburto subrayó que “respeta más que nadie” el derecho de “cualquier persona a reunirse y manifestarse ante cualquier problema”, pero que es “muy importante considerar la sociedad en su conjunto”.
No hacía falta que se esforzara tanto, señor alcalde, le hemos entendido perfectamente.
- Aburto movilizándose en la vía pública (destruyendo la calidad de vida de los ciudadanos) para anunciar la salida de Bilbao del Tour de France de 2023: