En un importante revés para el banco portugués Novo Banco, el Gobierno de Venezuela ha prevalecido en su demanda ante el Tribunal Judicial del Distrito de Lisboa. El banco ha sido condenado a devolver la suma de 1.500 millones de dólares pertenecientes a varias entidades públicas venezolanas. Estos fondos habían sido retenidos desde 2019, cuando Portugal reconoció al pretendido gobierno interino de Juan Guaidó, desconociendo así a las autoridades venezolanas. La sentencia del tribunal ordena a Novo Banco a pagar tanto el saldo final como los intereses de demora al Estado venezolano.
Esta victoria legal se interpreta como un triunfo de la resistencia del pueblo venezolano y el gobierno de Nicolás Maduro, quienes han luchado contra las presiones del imperialismo y el entreguismo golpista. El presidente Maduro, en una alocución en 2019, exigió la devolución de estos fondos para la adquisición de alimentos y medicinas, subrayando la necesidad de estos recursos para enfrentar la crisis humanitaria en el país. La vicepresidenta Delcy Rodríguez también había denunciado que el Novo Banco impidió las transferencias destinadas a la compra de vacunas contra el COVID-19, lo que añadió un contexto crítico a esta disputa financiera.
La sentencia del tribunal portugués representa una excepción a los retos que Venezuela ha enfrentado en otros tribunales internacionales. Casos como la disputa por las reservas de oro en el Banco de Inglaterra o la autorización para rematar los activos de Citgo Petroleum en EE.UU. han resultado en decisiones desfavorables para el gobierno venezolano. Esta victoria en Portugal fortalece la posición de Maduro y su gobierno en el escenario internacional y subraya su capacidad para recuperar activos que han sido congelados como resultado de las tensiones políticas. Sin embargo, la batalla legal continúa en diversos frentes y sigue siendo un reflejo de la compleja situación económica y política que enfrenta Venezuela en el ámbito internacional.