El imperialismo yanqui y sus obedientes lacayos no acaban de entender (más bien no quieren entender) que el pueblo venezolano ya eligió hace tiempo su camino. Y, afortunadamente, no eligió el que ellos transitan. Sería bueno que lo entendieran, aunque ese deseo sea una quimera, tratándose de los que tanto torturan a los pueblos del mundo.