El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, también conocido como el “Jardinero europeo” (en cualquier caso, un fascista desatado) ha hecho algunas declaraciones, luego de conocerse la detención, entre otros, de dos ciudadanos españoles en Venezuela.
La vomitera de palabras las ha llevado a cabo en Telecinco, una cadena de lo que venimos a llamar Falsimedia. Una de sus perlas ha sido calificar a Venezuela de “régimen dictatorial y autoritario”.
Borrell ha expresado que “Venezuela ha convocado unas elecciones, pero no era una democracia antes y lo es mucho menos después”. Y ha recordado los “más de 2.000 detenidos, siete millones de emigrantes”, así como a los dirigentes opositores exiliados. Por su puesto, se le ha olvidado decir que estos son unos golpistas y que los detenidos cometieron graves delitos, algunos con resultados de muerte.
Pero el Gobierno de Venezuela Bolivariana ya ha respondido a Borrell. A este lo ha calificado de “vocero del mal” y le ha acusado de dejar un “oscuro legado” en la UE por convertirla, en su opinión, en una “institución decrépita, colonialista y guerrerista”.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha publicado en Telegram: “Cuando decimos el basural de la historia, nos referimos al lugar donde está Borrell ahora, de entrevista en entrevista, vocero del mal, una retirada de la política con las manos manchadas de sangre, doblemente fracasado en sus intentos por dañar al pueblo venezolano, inventando Gobiernos ficticios”.
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