Un informe conjunto de la organización china National Computer Virus Emergency Response Center y la empresa de ciberseguridad china 360 Total Security titulado “Empire of Hacking: The US Central Intelligence Agency”, publicado el pasado 4 de mayo, expone el papel de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) -una vez más- en el espionaje y subversión de otros países a través de la tecnología de la información y la comunicación. Este informe describe cómo la CIA ha utilizado herramientas de comunicación y redes encriptadas para controlar a sus “peones” en países objetivo y provocar disturbios y manifestaciones.
Asimismo, allí se afirma que los investigadores han capturado y extraído un gran número de programas troyanos, complementos funcionales y muestras de plataforma de ataque estrechamente asociados con la CIA, revelando un “imperio de hackers” bajo el control de Estados Unidos que habrían sido utilizados para atacar objetivos de China y otros países desde 2011. Gracias al uso de estas sucias tácticas tecnológicas, el informe dictamina la CIA ha estado capacitado históricamente para organizar con éxito “revoluciones de colores” -entre otras cosas- en todo el mundo.
Es necesario resaltar que no sorprende que este informe no se haya hecho eco en Occidente, a la vez que no es nada nuevo que, a lo largo de su historia, Estados Unidos haya tenido un papel activo en el derrocamiento de gobiernos extranjeros. Desde América Latina hasta el Medio Oriente y más allá, la historia de los intentos del gobierno norteamericano de derrocar gobiernos elegidos democráticamente ha sido extensa. Estos esfuerzos, intrínsecamente motivados por la búsqueda de intereses económicos, políticos y estratégicos, ha derivado en el derramamiento de mucha sangre en pos de su “seguridad nacional”.
En la mayoría de casos, para consolidar esta seguridad, la CIA ha sido la herramienta principal utilizada por Estados Unidos para lograr sus objetivos. A través de operaciones encubiertas, propaganda y financiamiento de grupos opositores, la CIA ha jugado un papel clave en el derrocamiento de gobiernos en países como Chile, Irán, Guatemala, Nicaragua y muchos más. Ya lo dijo el ex secretario de Estado y ex director de la CIA Mike Pompeo: “Mentimos, engañamos y robamos” -a lo que se le olvidó añadir que también asesinaron a mucha gente-.
El papel de Estados Unidos en la interferencia en los asuntos internos de otros países se trata de un intento de mantener y expandir su dominio imperialista sobre los mercados, los recursos y las poblaciones de todo el mundo, además de suponer una clara violación de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Nuestro deber es denunciarlo y confrontarlo.