Los líderes de Francia, Reino Unido, Alemania y Polonia llegaron a Kiev para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. La fecha elegida, el 9 de mayo, Día de Victoria, no es casual, ya que en Moscú se celebraba al mismo tiempo la derrota nazi. Los países de la UE más el Reino Unido y la OTAN suministran efectivos, entrenan y dan armas a Ucrania que, por cierto, acaba de ser expulsada del territorio ruso en Kursk. La idea de los visitantes es preparar sus intereses (materias primas, minerales, etc) y asegurar el pago de la deuda de Ucrania por lo dado hasta el momento en forma de «ayudas».
En este mismo contexto, el teniente coronel Yurii Chekh, actual comandante del Batallón neo-nazi Azov que han comenzado una labor de organizar a los mercenarios en un llamado Batallón Internacional. Chekh explicó que el objetivo es construir una unidad que no solo sea funcional a Azov, sino también que se inserte orgánicamente en el sistema de defensa nacional de Ucrania. “Queremos consolidar un batallón efectivo y profesional, con capacidad de operar en línea con los estándares nacionales e internacionales”, afirmó. En respuesta a las denuncias sobre la presencia de combatientes no ucranianos en el frente, Chekh señaló que la participación de estos individuos se basa en decisiones individuales bajo un marco legal habilitante.