Sucedió en el barrio de San Miguel de Irún. El agresor fue un agente de la Ertzaintza, pero sus compañeros de cuerpo represivo y los de la policía municipal lo ven y no hacen nada, de modo que, de alguna manera, lo aprueban. Y es que, tras el contundente golpe asestado por el uniformado, la persona agredida cae al suelo y allí la dejaron; las policías de ambos cuerpos se fueron, dejándole tirada en el suelo, como se puede observar en el vídeo.
Como podrán observar, un ejemplo de su “bondadoso” servicio prestado a la ciudadanía, que es lo que les gusta decir (mintiendo, por supuesto) a sus jefes supremos. Otro ejemplo, sin duda, de que la brutalidad y la deshumanización de la Ertzaintza es inherente a esta y otras policías del capital (costeada por los y las trabajadoras) por más que nos hablen de casos aislados.
El vídeo lo grabó una vecina del barrio:
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