El artículo 41.2 del Tratado de la UE prohíbe expresamente que una guerra se pague con dinero comunitario, de ahí que inventaran «Fondo Europeo para la Paz», para canalizar el envío de armas,
«Para ganar la paz, hay que ganar la guerra», asevera Josep Borrell con asiduidad el jefe de la diplomacia europea.
«Europa es un proyecto de paz, sobre eso no existe la menor duda. Todo lo que hacemos en Ucrania es con el objetivo de que la paz regrese a Europa», defienden altas fuentes diplomáticas capitalistas.
Todo ello se ha traducido en un envío de armas sin precedentes, que ha ido escalando en el fondo y en las formas. Lo que comenzó con los cascos de protección enviados por Alemania, se encuentra ya en cazas soviéticos enviados por Polonia. La UE y Estados Unidos han donado a Kiev, de forma progresiva, munición, misiles de largo alcance, sistemas de defensa antiaérea o tanques de combate. Pero superadas estas necesidades inmediatas, el objetivo es ya el largo plazo.