Lo ha anunciado el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú. Según información facilitada por este, en el plano material estaríamos refiriéndonos a más de 2.700 unidades de armas, con no pocos vehículos destruidos, entre ellos 7 de combate de infantería Bradley, 2 tanques Leopard alemanes y 1 Challenger británico.
Serguéi Shoigú ha subrayado también que Ucrania se aboca a la autodestrucción, a pesar de que Estados Unidos y sus aliados continúan suministrando armamento a su ejército, ya que el gobierno de Zelenski lanza soldados no entrenados a asaltos sin sentido.
Por su parte, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha expresado que el suministro de misiles de largo alcance a Ucrania por EEUU continúa aumentando su participación en el conflicto, mientras que el Ejército ruso está mejorando sus habilidades para derribarlos.
Y, en referencia al suministro de tanques Abrams a Ucrania, Peskokv aseguró que los mencionados misiles de largo alcance “también arderán”.