Que al bando conformado por la OTAN y el régimen de Zelensky cada vez le están yendo peor las cosas en el frente abierto en Ucrania contra Rusia nos lo podíamos imaginar, pero es algo que confirma la misma prensa oficialista del llamado “Occidente colectivo”. Así, nos hacemos eco de una crónica aparecida estos días en el Washington Post titulada “A medida que se acerca otra presidencia de Trump, el ejército ucraniano está a la defensiva”.
En dicha crónica se llega a afirmar que “los soldados ucranianos en el frente están cada vez más dispuestos a apoyar el llamamiento del presidente electo Donald Trump a iniciar negociaciones para poner fin a la guerra” tras constatar que “las fuerzas rusas en Ucrania están avanzando a su ritmo más rápido desde los primeros días de la invasión”.
El éxito ruso se achaca, sobre todo, a que Moscú está utilizando “la mayor ventaja que tiene en esta guerra: la mano de obra.” Los soldados ucranianos mantienen que, aunque las pérdidas rusas son muy elevadas, “los repetidos ataques, apoyados por intensos bombardeos de artillería y aviones no tripulados, no cesan, haciendo retroceder a los ucranianos un pequeño trozo de territorio cada vez. Las fuerzas rusas han avanzado hasta tres kilómetros de la ciudad oriental de Pokrovsk, poniendo en peligro las principales rutas logísticas y de reabastecimiento que atraviesan la zona hacia otras partes del frente.”
Tras recoger declaraciones pesimistas de soldados ucranianos, en la crónica se afirma que sus filas «están cada vez más mermadas y mal equipadas para hacer frente a la embestida rusa. Los que están sobre el terreno hablan de agotamiento y moral baja. Y los soldados que decían creer en la lucha hasta que el último de los ocupantes rusos fuera expulsado de todo el territorio de Ucrania apoyan cada vez más el llamamiento del presidente electo Donald Trump a iniciar negociaciones para poner fin a la guerra.”
Ante las nuevas medidas de movilización, aprobadas por el Parlamento ucraniano el año pasado, que rebajaban la edad mínima de reclutamiento a 25 años, el propio personal militar mantenía que la campaña de reclutamiento llegó demasiado tarde, cuando las unidades ya estaban muy escasas después de meses sin reemplazos. Y se llega a afirmar que ha habido más desertores “porque la gente ya no se ofrece voluntaria para luchar, sino que se ve obligada a hacerlo”. Concretamente la crónica incluye la declaración de un soldado de infantería de 27 años que dice que “para una persona nueva, la situación es tan mala que no juzgo a nadie que deserte”.
Por su parte, un capitán y comandante de una compañía declara: “Seamos sinceros, la situación ahora es peor que al comienzo de la invasión a gran escala (…) ¿Qué podemos negociar ahora? Sólo podemos asentir con la cabeza y acceder a sus exigencias, y lo que van a exigir obviamente va a ser algo que no nos guste».
La crónica del Washington Post finaliza haciéndose eco del discurso de Nochevieja de Zelensky en el que se centró en lo que denominó una «paz justa». El periódico mantiene que ese discurso lo pronunció en “un tono distinto al de anteriores llamamientos a una derrota total de Rusia y al restablecimiento de las fronteras de Ucrania de 1991, establecidas tras el colapso de la Unión Soviética”. Y menciona las palabras de Zelensky en el sentido de poner fin a la «fase caliente» de la guerra este año para luego buscar la devolución de las zonas ocupadas diplomáticamente en una fecha posterior.