Por más que quieran ocultarlas, las bajas causadas por el ejército ruso al ucraniano son enormemente cuantiosas. La consecuencia de esta inocultable evidencia la tratan de solucionar llamando al alistamiento militar a personas con problemas de salud, incluido mental.
Así, según informó ayer la agencia ucraniana de noticias Ukrinform, el Ministerio de Defensa de Ucrania aprobó una lista modificada de condiciones médicas que eximen a los ucranianos del servicio militar, agregando que las enmiendas a la ley se realizaron el 18 de agosto y entraron en vigor el 25 de agosto.
De esta manera, el gobierno ucraniano reducirá significativamente las exenciones, pues de ahora a adelante también se incluirán en el alistamiento militar a las personas con “manifestaciones leves y breves de trastornos mentales, trastornos neuróticos o relacionados con el estrés”.
También se incluyen a las personas que padecen enfermedades del sistema nervioso central de progresión lenta con deficiencias funcionales menores, con trastornos episódicos y paroxísticos excepto epilepsia o con deficiencias menores de las funciones de órganos y sistemas.
Por si esto fuera poco, la nueva norma de reclutamiento reclama igualmente a las personas con tuberculosis clínicamente curada y secuelas residuales, los portadores asintomáticos del VIH se determinarán individualmente y los con enfermedades de progresión lenta, así como con trastornos menores de las funciones del sistema endocrino o trastornos menores de la conducta alimentaria o del metabolismo.
Resulta imposible ocultar lo inocultable: Ucrania tiene serios problemas para cubrir las bajas que está registrando durante su fracasada “contraofensiva”. No cabe duda, para el gobierno neonazi presidido por Zelenski y su jefe supremo (el gobierno de los Estados Unidos) utilizan a la población ucraniana como carne de cañón.