Las policías al servicio del gran capital tienen barra libre para golpear y maltratar de la manera que les venga en gana a todas las personas que se manifiesten, de una u otra manera, en contra de los intereses de sus amos, que son, ni más ni menos, quienes tanto sufrimiento generan a la clase trabajadora. Sin embargo, quienes osen responder a sus agresiones serán sancionas de diversa manera por el poder judicial, que se esfuerza en aplacar cualquier atisbo contestatario por parte de dicha clase.
Los hechos del caso que nos ocupa tuvieron lugar el 1 de octubre del 2020, cuando la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural convocaron una manifestación para conmemorar el tercer aniversario del referéndum independentista del 2017. Los tres acusados, vecinos de Granollers (Vallès Oriental), fueron a la manifestación, que salió de la plaza de Sant Jaume de Barcelona y llegó hasta la plaza Catalunya, donde un grupo de manifestantes empezaron a poner barricadas.
Dice la sentencia que los tres acusados se encontraban a la confluencia entre las calles Pelai y Balmes, desde donde lanzaron piedras contra al menos una furgoneta antidisturbios de los Mossos d’Esquadra, que estaba en marcha con agentes dentro.
Por esto, la Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años de prisión a los tres jóvenes.
A uno de los jóvenes, además, le impone seis meses más de prisión por embestir a un agente, a quien tendrá que indemnizar con 76.647 euros por las lesiones que le provocó en una pierna. Cabe subrayar que el agente pidió hasta 8 años de prisión para el joven, la fiscalía 5 años y nueve meses.