El texto aprobado define la formación como una «fuerza política autónoma con voz propia», también rechaza la doble militancia y asegura que «en ningún caso se disolverá en ningún otro partido».
Otra de la pugna son por las listas de una posible candidatura se tengan que conformar a través de «primarias abiertas sin restricciones y sin vetos», dijo Belarra tal cómo recoge el documento político. Una de las heridas, aún abierta, entre los de Belarra y la formación de Díaz es el «no» a dejar un puesto para la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las listas de Sumar en las elecciones generales.
En total, casi 31.000 militantes han participado en la consulta que Podemos realizó los días 2 y 3 de noviembre, de los que 26.741 (un 86,59%) han votado a favor del documento político. Una participación que cae a la mitad frente a la registrada en junio, cuando las bases tuvieron que votar la alianza con Sumar (52.829 militantes)