La resistencia palestina de Hamás afirmó que la jornada del 8M es una oportunidad más para denunciar los crímenes sionistas contra las mujeres palestinas, sometidas a la privación de sus derechos más básicos. Exigieron a la comunidad internacional protección para todas las féminas de su nación.
En el Día Internacional de la Mujer, el movimiento compartió un mensaje de la Jefa de la Oficina de Información del Gobierno en Gaza, Salama Maarouf, quien precisó algunas cifras que muestran los crímenes cometidos por Israel para con las mujeres palestinas.
Sumado a las decenas de mujeres que han sido capturadas y son mantenidas en cárceles israelíes sometidas a torturas inimaginables, 12.316 féminas han sido asesinadas, otras 13.901 enviudaron y perdieron a sus maridos y sostenes de la familia, 17.000 madres lloran la pérdida de sus hijos, 50.000 embarazadas dieron a luz en condiciones inhumanas, 162.000 mujeres contrajeron enfermedades infecciosas, mientras que 2.000 mujeres y niñas sufrieron la amputación de uno de sus miembros.
Los datos colocan en números las catastróficas condiciones en que viven las mujeres palestinas, quienes mueren lentamente por la ausencia de comida, la falta de acceso a materiales de atención sanitaria básica, la imposibilidad de recibir atención médica de calidad durante el embarazo, entre otras violaciones a su dignidad fundamental.
La resistencia palestina aseguró que el asesinato de más de 12.000 mujeres, las heridas, el desplazamiento forzado, las detenciones y los abusos son una mancha para la humanidad, en especial para los políticos laxos que no han condenado estos crímenes y hacen a sus gobiernos cómplices de la ocupación.
En ese sentido, Hamás convocó a mantener los actos de manifestación en todas las ciudades, capitales y plazas del mundo en apoyo a la resistencia de las mujeres en todos los territorios palestinos ocupados, especialmente las gazatíes.
Respecto al doble rasero de los gobiernos de EE.UU. y otros países occidentales, así como de sus organizaciones de derechos humanos, precisaron: «Las prisioneras palestinas en las cárceles de ocupación son sometidas a las peores formas de tortura psicológica y física, en flagrante violación de todas las normas y convenciones internacionales».