Desde que Carrillo aceptara en nombre del PCE la monarquía, la línea ideológica ha sido fiel: respeto absoluto a la corona. Esté representada por el campechano o por el preparado.
El lunes su Majestad comienza a recibir a los partidos políticos de cara a la elección de presidente del gobierno y varios de ellos (ERC, Bildu, Junts, BNG) han confirmado que no asistirán a la cita real. Como es debido y propio de los súbditos, PP, PSOE y Vox han confirmado su presencia en la cita real de Zarzuela. Por su parte, el Sumar de Yolanda (como antes el Podemos de Iglesias) acuden a rendir pleitesía al jefe de estado ilegítimo (no lo votó nadie). El republicanismo de Sumar tiene las patas cortas, es obvio que no ir al encuentro no significa que alumbraremos la república, pero sí representa más que un gesto, más que una mera posición decorativa de un pin en la solapa o una pegatina como máximas expresiones antimonárquicas y un respeto a la historia (y quizás a la mayoría de sus votantes). Ni siquiera esgrime el argumento de que su hermano mayor, el PSOE, la obligar a ir, Yolanda y los suyos van por motu propio y encantados. Habrá sonrisas, fotos y golpecitos en la espalda.