Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE discutían este lunes un nuevo tramo de ayuda militar a Ucrania procedente del Fondo Europeo para la Paz y otro paquete de sanciones antirrusas, en cuya necesidad no sólo duda Hungría. Así lo declaraba el responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, a su llegada a una reunión en Bruselas.
“Tenemos la intención de iniciar un debate sobre las nuevas sanciones contra Rusia propuestas por el Grupo de los Siete», dijo. «Las nuevas restricciones tendrán como objetivo combatir la falta de aplicación de nuestras sanciones, que las hace ineficaces«, dijo Borrell.
Preguntado por el bloqueo de Budapest al próximo paquete de medidas restrictivas, el responsable de la política exterior de la UE dijo: «No sólo hay problemas con Hungría, hay objeciones que otros países también quieren discutir.»
Borrell también lamentó que las decisiones de la UE sobre sanciones se sigan tomando por unanimidad, y no por mayoría cualificada, como ha insistido desde el principio de su mandato. En su opinión, esto da a cualquier país de la UE la oportunidad de detener una decisión paneuropea si no está satisfecho con ella. «Obviamente, somos lentos a la hora de tomar decisiones por este motivo, pero qué le voy a hacer», añadió.
Anteriormente, medios europeos informaban de que el undécimo paquete de sanciones contra Rusia se propone incluir a varias empresas chinas proveedoras de bienes que la UE ha prohibido suministrar a sus empresas. Además, la Comisión Europea pretende incluir en este paquete una disposición para imponer restricciones también contra otros países y empresas, si la UE consigue confirmación de que no hacen caso de las prohibiciones de Bruselas.
Esto significaría que, por primera vez, la UE podría intentar que sus sanciones fueran extraterritoriales. Varios países comunitarios, entre ellos Hungría, han expresado su temor de que esto sólo conduzca a una mayor fragmentación de la economía mundial y amenace con aislar aún más a la UE y a otros países occidentales.
Agencia Tass