Las cifras de personas asesinadas por las fuerzas armadas del gobierno sirio de facto, presidido por Abu Mohamad Al-Golani, continúan al alza de manera alarmante.
Se han contabilizado ya 1225 ejecuciones sumarias contra civiles sirios, fundamentalmente de la minoría alauita. Lo ha denunciado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), quien asegura que la comunidad alauita es blanco de “asesinatos masivos sistemáticos y ejecuciones en el terreno”.
Esto está sucediendo a pesar de que el gobierno de facto, dirigido por terrorista Abu Mohamad Al-Golani, anunció el pasado lunes que los ataques contra las comunidades alauita en las ciudades de Latakia, Tartus, Hama y Homs (a las que las autoridades actuales consideran leales al gobierno depuesto de Bashar al-Asad) ya habían cesado.
Esto no ha sido así, pues solo ayer, martes, un día después del supuesto cese de los ataques anunciado por Al-Golani, se registraron los asesinatos de 132 civiles alauitas, con 72 muertes reportadas en Tartus y 60 en Latakia.
Y mientras esto sucede, la llamada comunidad internacional continúa mirando para otro lado; la misma escoria humana que aplaudió (y apoyó) el derrocamiento del “tirano” Bashar al-Asad por parte del los “rebeldes” y “libertadores” rebanacuellos del Hayat Tahrir al Sham (HTS) liderado por el ex agente de Al Qaeda Abu Mohamad Al-Golani.