Tras el toque de queda impuesto en varias ciudades por las protestas y enfrentamientos que el miércoles provocaron la muerte de al 14 efectivos del Ministerio del Interior del nuevo Gobierno terrorista auspiciado por Occidente, y heridas a otros diez en una emboscada promovida por miembros, según dijeron, de militantes adeptos al gobierno de Assad.
El ministro de Interior, Mohamed Abdelrahman, confirmó en un comunicado que la muerte de catorce miembros de su departamento, así como las heridas a otros diez se produjeron «tras ser objeto de una emboscada traicionera tendida por remanentes del antiguo régimen en las afueras de la gobernación de Tartus», y alertó de la posibilidad de que se estén reorganizando.