En apenas una horas el régimen buscará la forma de continuar con la monarquía. Esta vez, el sarao lo compondrá la firma de la princesa de Asturias, Leonor de Borbón Ortiz, que jurará la Constitución en las Cortes Generales, coincidiendo con su 18 aniversario, en el Salón de Sesiones del Congreso, al igual que hizo su padre, Felipe VI, el 30 de enero de 1986. Para la ceremonia no se ha escatimado aparato mediático ni mucho menos boato y dinero. El propio salón del Congreso de los diputados ha sido modificado en su estructura para que la cosa sea más solemne. Leonor aspira a ser la tercer borbón jefa de Estado sin pasar por las urnas. El espermatozoide de Felipe VI y el óvulo de la ex presentadora del Telediario, parecen suficiente para dar continuismo a un régimen feudal.
En esta firma televisada, hay grupos parlamentarios que no irán al acto. Y es que los veinte parlamentarios independentistas de ERC, Junts y Bildu y los seis nacionalistas del PNV y del BNG anuncian desde el principio que no irán al juramento de la princesa. Caso distinto es el de Sumar que irá pero diciendo que algunos diputados no irán. En fin, pánico a que sus jefes políticos Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se enfaden apenas unas horas después del acuerdo firmado para formar gobierno.
Sin embargo, los diputados ausentes no verán sus escaños vacíos (lo que hubiera sido todo un mensaje) porque senadores del PPPSOEVOX cubrirán sus ausencias. Otra cosa hubiera sido que, en el momento de que la sucesora firmara, los diputados abandonaran el hemiciclo delante de las cámaras. Algo más que un gesto que sería más interesante que el no ir y ser sustituidos por parlamentarios monárquicos para que no se vean los asientos vacíos. Lo han pensado pero no se atreven.