El presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado un decreto para establecer un procedimiento que compense los daños causados a Rusia y al Banco Central del país por las acciones hostiles de Estados Unidos. Este decreto permite el uso de propiedades estadounidenses en Rusia como compensación por la confiscación de activos rusos en suelo estadounidense. Además, establece que los propietarios de activos confiscados pueden presentar demandas bajo las leyes rusas para determinar la ilegalidad de la incautación por parte de Estados Unidos.
La medida surge en respuesta a un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos que permite la confiscación de activos rusos congelados en beneficio de Ucrania. Desde el Kremlin, se ha advertido que esta acción constituiría un «robo directo». El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha declarado que la confiscación de activos rusos perjudicará al sistema económico occidental y ha anunciado la intención de perseguir legalmente a quienes estén involucrados en tales decisiones y su ejecución.