Como sabrán, el fundador y CEO de la plataforma de comunicación Telegram, Pavel Durov, fue detenido por la policía francesa después de que su avión privado aterrizara en el aeropuerto Le Bourget de París. Esto sucedió el pasado sábado.
A Durov se le acusa de no haber tomado medidas para frenar el uso delictivo de Telegram. La aplicación está acusada de no cooperar con las autoridades en materia de tráfico de drogas, contenido sexual infantil y fraude.
Este hecho, la detención de Dúrov, ha provocado una reflexión Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia. Aquí se la dejamos:
“Hace mucho tiempo le pregunté a Durov por qué no quería cooperar con las fuerzas del orden en los delitos graves.
“Para mí es una cuestión de principios”, me respondió.
Le dije: “En cualquier país habrá problemas graves”.
Él pensó que sus mayores problemas estaban en Rusia, así que se fue y más tarde obtuvo la ciudadanía o la residencia en otros países.
Quería ser un “hombre de mundo” brillante, que pudiera vivir bien sin una patria.
Ubi bene, ibi patria! (¡Donde hay bondad, allí está mi patria!).
Se equivocó de cálculo. Para todos nuestros enemigos comunes ahora, él sigue siendo ruso, impredecible y peligroso.
De sangre diferente. Definitivamente no como Musk o Zuckerberg (quien, por cierto, coopera activamente con el FBI). Durov necesita entender finalmente que, como en todos los tiempos, uno no elige su patria”.