Las Fuerzas Armadas de Rusia atacaron el aeropuerto militar de Starokonstantínov, en la región ucraniana de Jmelnitski, donde se preparan para recibir los aviones F-16 de la OTAN.
Probablemente esta base aérea sea el alojamiento de pilotos occidentales y ucranianos, declaró a Sputnik Serguéi Lébedev, coordinador de la lucha en Nikoláyev.
Fue atacada la edificación que acogió a los pilotos ucranianos y occidentales.
“En este momento, se inclinan más por el hecho de que detonó el albergue donde se alojaba la tripulación de vuelo, incluidos los extranjeros”, agregó Lébedev.