El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, se reunió en Pekín con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en un encuentro de preparación de la próxima cumbre de mayo que reafirma la solidez de los lazos entre ambos países. Ambos destacaron el fortalecimiento de su asociación estratégica «sin límites», en un contexto internacional marcado por crecientes tensiones con Occidente. Wang subrayó que China y Rusia deben asumir mayores responsabilidades como potencias influyentes, mientras que Lavrov enfatizó la necesidad de coordinarse frente a desafíos comunes, como las sanciones occidentales. En este marco, acordaron «erigir una barrera eficaz contra el resurgimiento de la ideología del fascismo, el nazismo, el militarismo y todas aquellas fuerzas que intentan revivir estos fenómenos inaceptables».
Durante el encuentro, también abordaron la situación en Ucrania, con China reiterando su llamado a una solución política al conflicto. Además, reforzaron su cooperación económica y energética, y resaltaron la importancia de plataformas multilaterales como los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) para promover un orden internacional más equitativo y contrarrestar la hegemonía occidental. Esta visita refuerza el mensaje de unidad estratégica entre Moscú y Pekín en un escenario geopolítico cada vez más polarizado.