Se trata del jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica (NBQ) de las Fuerzas Armadas de Rusia, teniente general Ígor Kirílov. En la madrugada de este martes, se ha producido la explosión de un artefacto que ha provocado su muerte. Ha sucedido en la avenida Riazanski, donde el artefacto estaba oculto en un scooter eléctrico aparcado junto a la entrada de un edificio. Kirílov no ha sido la única persona asesinada, porque el portavoz del Comité de Investigación ruso, Svetlana Petrénko, anunció que su asistente también perdió la vida.
Las autoridades competentes han confirmado la apertura de una causa penal bajo los cargos de asesinato, “ataque terrorista” y “tráfico ilegal de armas”, previstos en los artículos 105, 205 y 222 del Código Penal ruso. La investigación está siendo dirigida por el presidente del Comité de Investigación, Alexánder Bastrykin. Según se ha podido saber, el explosivo contenía una potencia estimada entre 100 y 300 gramos de TNT y fue detonado por control remoto, lo que sugiere que el perpetrador pudo estar en las proximidades durante la explosión.
Al frente de las Tropas NBQ desde 2017, Ígor Kirílov compareció en numerosas ocasiones para informar sobre la actividad de laboratorios biológicos financiados por EEUU, especialmente en Ucrania. Recientemente, denunció “provocaciones con armas químicas” durante el conflicto ucraniano.
El Comité de Investigación continúa con el análisis de grabaciones de cámaras de seguridad para esclarecer los detalles del atentado, que costó la vida de Kirílov y su asistente.