El Gobierno conservador ha cedido tras meses de protestas, huelgas y amenazas. El primer ministro, Rishi Sunak, ha anunciado alzas de alrededor del 6% para la policía, los militares, los profesores y los médicos, que serán financiadas con impuestos extraordinarios a los inmigrantes. El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, había prometido que cualquier subida debía ser financiada sin aumentar el déficit ni subir impuestos a la población con derecho a voto. La solución ha sido cebarse en los habitantes sin ese derecho: la subida del 7% a la policía se financiará encareciendo los visados de estudio y trabajo en el Reino Unido, y la subida del 6% a los médicos vendrá de un impuesto que deberán pagar los extranjeros que acudan a un hospital británico.
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