Las próximas elecciones en el País Vasco confirman la nula presencia social el PP y Vox. Ambas organizaciones de la extrema derecha española recurren a su afiliados, simpatizantes y cargos institucionales para que acudan a Euskadi a hacer bulto y que las cámaras graben normalidad.
Vox realizó en las últimas horas un acto en BIlbao con paseíllo de los llegados desde fuera que sacaban fotos y miraban a los balcones con cierto pánico. El motivo era que su líder Abascal iba a dar un mitin y no podía estar solo. Durante el cambio a la plaza donde se hizo el acto fueron repudiados por vecinos y antifascistas que le recordaron a los voxeros quiénes eran.
El PP ha anunciado que la propia Ayuso ha ordenado que desde el PP de Madrid se envíen nada menos que 1.500 afiliados para ser apoderados en las mesas electorales. Un desembarco de fachas en toda regla, que dibuja el papel marginal del PP vasco. La presencia de Feijóo y de la misma Ayuso será seguida por los medios nacionales como si nada, pero tras la fachada no hay más que vacío.