El primer ministro portugués, el derechista Luis Montenegro, dijo este sábado que seguirá en el cargo tras el conflicto de intereses vinculado con una empresa familiar que le hace estar ganando dinero gracias al cambio en la ley de tierras aprobado por el propio Gobierno que él encabeza. El mandatario se escudó en que la empresa será próximamente «totalmente propiedad y administrada por los hijos».
La polémica estalló cuando se reveló que Montenegro habría adquirido varios inmuebles sin recurrir a créditos hipotecarios, lo que ha levantado sospechas sobre el origen de los fondos utilizados. A esto se suma la conexión de empresas privadas con Spinumviva, la consultora de su entorno familiar, lo que plantea dudas sobre posibles conflictos de interés y tráfico de influencias en el seno del Gobierno.
Recordemos que la reciente caída de su anterior primer ministro, el «socialista» António Costa, por otro escándalo de corrupción, deja a la sociedad portuguesa en estado de descreimiento de las instituciones. Los comunistas (PCP) presentarán en las próximas horas una moción de censura.