La manifestación se celebró ayer en la Varsovia, la capital del país. Miles de personas participaron en la misma (la organización dijo que un millón) contra la conducción del país del partido gobernante Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco).
La protesta no fue, precisamente, una manifestación revolucionaria, un deseo de cambio sustancial para Polonia, ya que estaba convocada, entre otros, por el ex primer ministro Donald Tusk, quien también presidió el Consejo Europeo. Este individuo, además, dirige la organización de centroderecha Plataforma Cívica (PO, por su sigla polaca). Dato significativo que sirve de ejemplo para esto que decimos.
Donald Tusk llamó a los rivales de la fuerza gobernante a conjuntar esfuerzos en una movilización nombrada «La marcha del millón de corazones».
Cabe recordar que en Polonia se celebrarán elecciones legislativas el próximo 15 de octubre. Según encuestas recientes, el actual partido gobernante (PiS), que preside el país desde 2015, podría perder las elecciones.
Las fuerzas opositoras, como Plataforma Cívica (PO), Izquierda Unida (ZL, por su sigla polaca), el Partido del Pueblo Polaco (PSL) o Polonia 2050, podrían concentrar más del 50% de las preferencias electorales si se presentan en coalición a las urnas.
Cualquier cosa mejor que el actual gobierno derechista, pero, en el mejor de los casos, todo parece indicar que Polonia continuará teniendo un gobierno reaccionario.