Introducción
Antes de nada, conviene subrayar que, como socialdemócrata que es, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se expresó a través de un discurso pronunciado en la sede de la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung en Alemania, la más grande y antigua fundación y cercana al Partido Socialdemócrata alemán. ¿Por qué subrayamos esto? Pues porque Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht fueron asesinados por orden de la socialdemocracia alemana. Y de aquellos polvos estos lodos.
La noticia
En el marco de su visita oficial a Alemania, el presidente colombiano, Gustavo Petro, considera que el crecimiento de la extrema derecha en España y en toda Europa es muy similar al escenario de 1933, cuando ascendió al poder Adolf Hitler al frente del partido Nazi.
Petro ofreció un discurso en la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung, “hoy tenemos a una izquierda europea que no sabe qué hacer, mientras el fascismo está avanzando. Lo pude ver en las calles de Madrid, mientras se organizaban contra mí, por el hecho de ser latinoamericano, por mi piel de color café con leche, por ser de izquierda”.
Para Petro, se está frente a una realidad que va avanzando y que si las circunstancias electorales son propicias, se vuelve determinante, igual que ocurrió con Hitler en 1933, cuando el capital le entregó el poder por miedo.
El mandatario colombiano expresó que la caída del Muro de Berlín en 1989 propició el debilitamiento de la izquierda: “después de una gran noche neoliberal como la llamamos nosotros, neoconservadora le dicen otros, que por décadas, tres o cuatro décadas, ha dominado al mundo, fundamentalmente a partir precisamente de ese lugar geográfico y del derribo del muro de Berlín, trajo una oleada neoconservadora, una destrucción del movimiento obrero a escala mundial, un debilitamiento formidable y una pérdida entonces de valor de la izquierda”.
La coletilla
El fascismo, que nunca ha desaparecido, es inherente al capitalismo, sólo que este deshumanizado sistema lo saca a relucir con la intensidad y las formas que en cada momento considere oportuno. Por otra parte, la socialdemocracia a la que pertenece Gustavo Petro no cuestiona el capitalismo, sino que lo defiende, aunque matizan que el que ellos proponen posee un rostro humano. ¡Como si eso fuera posible!
Gobiernos socialdemócratas, por ejemplo el español y el alemán, están apoyando al gobierno neonazi de Ucrania. En el caso de España, el fascismo campea a sus anchas.
Por infinidad de motivos, los gobiernos socialdemócratas también son responsables del auge del fascismo, tanto en Europa como en Latinoamérica.