Israel mató a más de 700 personas en las últimas 24 horas. Las instalaciones médicas en todo el territorio se vieron forzadas a cerrar debido a los daños y la falta de electricidad.
El aumento del número de muertos provocado por la escalada del bombardeo israelí no tiene precedentes en este conflicto de décadas. Podría presagiar una pérdida de vidas en Gaza aún mayor una vez que la infantería israelí respaldada por los tanques y la artillería inicie la incursión prevista en el territorio con el objetivo de aplastar a Hamas.
El balance oficial del Ministerio da cuenta de 6.546 fallecidos, 2.704 de ellos niños, y de más de 17.400 heridos.