Trump reveló por primera vez su controvertida idea para Gaza en febrero de 2025 en una conferencia de prensa conjunta con el Netanyahu, como primer invitado extranjero que recibió en la Casa Blanca en su segundo mandato, diciendo que quería convertir a Gaza en una “hermosa región” de Asia Occidental.
Ayer, jueves, volvió a expresar su perverso deseo de controlar la Franja de Gaza. Lo hizo durante una cumbre empresarial en Catar. El presidente imperialista dijo que Estados Unidos convertiría a Gaza en una zona libre, y añadió: “No ha quedado nada que salvar en los territorios palestinos”.
Pero al inquilino de la Casa Blanca no tardó en responderle Basem Naim, uno de los altos cargos del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamás). Este le ha respondido hoy así de claro y contundente: “Gaza es una parte inseparable del territorio palestino y no en un inmueble en venta en el mercado libre”.
También ha expresado que que el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza es una condición mínima para las negociaciones con el régimen israelí, que impone un severo bloqueo a la Franja de Gaza desde los principios de marzo.
Naim ha subrayado que para celebrar una negociación favorable y constructiva hay que obligar al gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que abra los cruces y permita la entrada a Gaza de ayuda humanitaria, alimentos y medicinas.
