A los habitantes de la Isla irredenta no les hace falta llegar al 28 de enero para recordar a su Héroe Nacional, porque a José Martí, en el transcurso de todo el año y de infinidad de maneras, lo tienen muy presente cada cubano y cada cubana en su mente y en su corazón.
Y no es para menos porque, como dijera el Che un 28 de enero, pero de 1960, “Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución, el hombre a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo, y el hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar cada vez que se quisiera decir o hacer algo trascendente en esta Patria… porque José Martí es mucho más que cubano; es americano; pertenece a todos los veinte países de nuestro continente y su voz se escucha y se respeta no sólo aquí en Cuba sino en toda América”.
En este primer mes del año, Cuba lleva a cabo numerosos actos de homenajes al Apóstol. Infinidad de actividades culturales se realizan a lo largo y ancho del territorio nacional. No faltan tampoco los trabajos voluntarios conducidos por la UJC y la FEU. Comportamientos tales suelen ser una constante, incluso por parte de los Pioneros que, no por gusto, llevan en su organización el nombre de José Martí.
La pasada noche -el 27 de enero, esperando al 28- se reeditó la Marcha de las Antorchas, cuya primera edición, dirigida por Fidel, fue realizada en 1953 por la Generación del Centenario. La marcha, desde la Colina Universitaria hasta la Fragua Martiana, suele ser encabezada por los miembros del Consejo Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria -FEU-, la más antigua organización de masas del país revolucionario, dirigentes de la UJC y del Partido Comunista de Cuba. Eso en La Habana, porque la llama de las antorchas suele iluminar la mencionada noche prácticamente en todas las ciudades y poblaciones de Cuba a través de sus respectivas marchas.
En la mañana del día 28, más de un millón de los ya mencionados pioneros, que no en vano adoptaron para su organización el nombre del Maestro, realizarán en toda la Isla sus tradicionales desfiles martianos.
Al mediodía de la misma jornada del 28 y en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, lugar donde descansan los restos del homenajeado, se celebra una sencilla y emotiva actividad. Al igual que en La Habana, 21 salvas de cañones son disparadas en honor al Apóstol, para acto seguido, junto al mismo mausoleo, celebrarse un breve desfile de jóvenes soldados.
En 1953, cuando cumplía 100 años de nacido, José Martí fue el autor intelectual del asalto al Moncada. Reivindicada la plena vigencia de sus ideas por la Generación del Centenario, Fidel, precursor de la misma, expresó en su alegato “La historia me absolverá”, aquel 16 de octubre: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo, hay jóvenes que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida, para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir al Apóstol!”
José Martí murió el 19 de Mayo, en Dos Ríos, bajo las balas imperiales del ejército español, pero, 171 años después de su natalicio, me complace poder afirmar que el Apóstol sigue vivo, muy vivo todavía.
(Baraguá / @maceobaragua)