El pasado jueves informamos en este medio que la ley aprobada (con los votos favorables del PSOE, Sumar, PNV, Junts, ERC, Podemos y EH Bildu), permite los desahucios de manera más rápida. También el Diario Socialista (medio del Movimiento Socialista) publicó la noticia. Y lo hizo ajustándose a lo realmente sucedido, por más que no haya gustado a la dirección podemita y a uno de los fundadores del partido morado: Pablo Iglesias.
Sí, algunas personas conocidas de Podemos (entre ellas su secretaria general, Ione Belarra) arremetieron con saña contra el mencionado diario, acusándolo de difundir bulos sobre el caso de la Ley de eficiencia del servicio público de la Justicia, aprobada en el Congreso, como ha quedado dicho, y que permite agilizar los desahucios. Podemos vendió humo; nada nuevo, lo hace muy a menudo.
Pero a Pablo Iglesias y sus falsas acusaciones (dijo que el Diario Socialista mintió en su noticia) le respondió la portavoz del Sindicato Socialista de Vivienda de Euskal Herria, Karla Pisano. Lo hizo de esta clara y contundente manera:
Pablo Iglesias lo que estáis haciendo a raíz de esta noticia es de una vileza y una bajeza moral insoportables. Si quieres debatir con seriedad (y con comentarios abiertos) aquí tienes un argumentario al que responder:
No hay ningún bulo, habéis votado a favor de esta medida. Punto. Si aparece la fotografía de Belarra es porque desde una perspectiva de izquierda radical lo relevante no es que partidos como el PNV voten a favor, sino que vosotros, que habéis criticado la medida, lo hagáis.
Lo que os fastidia es que la justificación política que habéis dado para legitimar vuestro voto a favor no se sostiene. La prórroga de la moratoria no compensa esta regresión en los derechos políticos del proletariado:
1. En primer lugar, porque hace más de 2 años que dejó de incluir los casos de ocupación. Simplemente no están amparados por la moratoria.
2. En segundo lugar, porque la novedad que decís incluir (los desahucios en precario) es un trampantojo. Quizás nos tomáis por tontos, pero los desahucios en precario son aquellos casos de usurpación en los que el propietario permite la ocupación. Es decir, un número escasísimo de casos.
3. Y en tercer lugar, porque nos estáis dando gato por liebre. Estáis diciendo que una medida temporal, que no afecta ni al 25% de algunos casos de desahucio, compensa una medida permanente.
Tras las elecciones en EEUU te escuché hablar de los malos efectos que produce la política del mal menor. Y pensé, quizás de forma ingenua, que ello produciría algún tipo de autocrítica en tu partido y un cambio de praxis parlamentaria. Todo lo contrario.
Esto que estáis defendiendo es un ejemplo clarísimo de la doctrina del mal menor. Con el único objetivo de promocionaros como un partido que «consigue algo» vendéis falsas mejoras (que ni siquiera habéis arrancado porque la prórroga de la moratoria ya estaba sobre la mesa) e intercambiáis algo de protagonismo parlamentario por ejercer de bisagra para algunas de las reformas más reaccionarias que posibilitan la ofensiva económica y política contra el proletariado. El tablero se desplaza cada vez más hacia la derecha, nosotros con menos derechos y vosotros embelesados por la ventana de oportunidad que creéis tener (con el descalabro de Sumar y vuestra intención de recoger todo lo que esté a la izquierda), para volver a emplear todo ello en una estrategia que ya se demostró fracasada.
Sin una autocrítica estratégica, sin una crítica a los límites del parlamentarismo en períodos de crisis y auge reaccionario, sin una crítica al modelo de partido etc. estáis condenados a repetir el mismo papel que habéis cumplido: el de ser la muleta del PSOE y mientras, a la espera de una mejor aritmética parlamentaria, ceder en todo lo indecible. En la aprobación de reformas como éstas no están sólo en juego los derechos concretos de una parte del proletariado, sino la ineludible, la indeclinable guerra cultural. Se está fijando una forma de hacer y de entender la política: los intereses corporativos de partido sobre los intereses universales del proletariado; los intereses de ciertas capas de la clase media, sobre el mercadeo con los derechos de quien peor está; la farsa, la comparsa y la apariencia de cambio a través del Estado burgués, sobre lo que realmente implica un cambio real. Vosotros no os hacéis cargo de esta guerra cultural, no os hacéis cargo de vuestros errores estratégicos y mucho menos de las tareas necesarias para producir cambios sustanciales.
Y por cierto, siendo el presi de un medio de comunicación que se vanagloria de ser un medio independiente, es repugnante que ataques de semejante manera al Diario Socialista. Un medio de comunicación comunista, basado en el trabajo militante y que en este caso, ha dejado bastante claro que ni está al servicio del capital, ni al servicio de intereses corporativos de ningún partido. Si quieres retorcer la realidad para que encaje en tu táctica de partido, hazlo en tu propio chiringuito y deja de faltar al respeto a la honradez de la militancia comunista.
Texto y noticia relacionada: