El submarino nuclear HMS Anson (S123) atracó este domingo en el puerto de Gibraltar. Es el quinto de los siete submarinos de ataque de propulsión nuclear de la clase Astute asignado a la Royal Navy en 2022.
La organización Verdemar Ecologistas en Acción ha denunciado lo que supone la llegada de «estas bombas flotantes» a la zona «ponen en riesgo al Estrecho de Gibraltar y a los que vivimos en esta zona» manifiesta.
Amenazas como terremotos e inundaciones
Verdemar mantiene su protesta ante la llegada de estos submarinos que navegan con un reactor nuclear ya que suponen múltiples amenazas, como terremotos, inundaciones, fenómenos climatológicos extremos o envejecimiento y la propia gestión de la industria nuclear y de los accidentes, para los que no estamos preparados. Además, gran parte de los reactores nucleares superan la edad de su vida de diseño.
Base de reparación de submarinos
Desde el año 2000 cuando el submarino HMS Tireless sufrió una avería y tuvo que ser reparado su sistema de refrigeración, han atracado en el puerto de Gibraltar casi un centenar de submarinos. Muchos ellos se han reparado en la base británica algo que para los ecologistas supone un peligro para la población
El puerto militar de Gibraltar advierten desde Verdemar se está convirtiendo en un puerto «X», donde el Reino Unido lleva sus submarinos a reparar. Este tipo de trabajos en los submarinos nucleares son una amenaza. El medio ambiente y la seguridad del Estrecho están en juego.
Por ello, piden que de una vez por todas Gibraltar quede libre de artefactos de propulsión nuclear y otros buques que son auténticas bombas flotantes. Además, rechazan un Plan de Emergencia nuclear «solo queremos que se vayan» es la única solución viable concluye la organización ecologista para impedir la llegada de estos submarinos al puerto gibraltareño.
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