Orkatz Gallastegi ha decidido abandonar el Colectivo Vasco de Presos Políticos (EPPK). «Esta decisión de abandonar el colectivo no se toma para atacar a nadie, […] una coherencia política básica me lleva a dar este paso, no solo», aclaró. De hecho, mencionó los motivos relacionados con los desacuerdos políticos: «Los profundos desacuerdos con las líneas y estrategias políticas desarrolladas por la Izquierda Abertzale en todos estos últimos años, me han llevado a desidentificarme con este movimiento político. El que alguna vez fue un referente político para la liberación nacional y social del País Vasco ha dejado de serlo», explicó.
Gallastegi cree que esto afecta directamente a la cuestión de los presos políticos: «En todo conflicto político, creo que el papel que tienen que jugar los presos es el de mantener la legitimidad de la lucha política que les llevó a ser presos […] ni negar ni condenando el derecho de un pueblo a resistir la opresión […] Creo que esta coherencia política está siendo violada por el EPPK […] como resultado de la hoja de ruta establecida por la Izquierda Abertzale para abordar la cuestión de los presos. «.
El Berangarra subrayó, sin embargo, que la «situación de los presos» es «verdaderamente dramática» porque han sido «metidos en cárceles». Considera que «en estas condiciones, ningún cautivo puede ser exigido para mantener la coherencia política» y, por tanto, «reconoce el derecho de los presos a solicitar su liberación». Sin embargo, Gallastegi ha apuntado que «en detrimento de una lucha de liberación que aún no ha terminado» se trata de «justificar políticamente la salida a la calle en nombre de la convivencia, la normalización o la paz […]». Así, el preso político ha criticado el «discurso que supone la deslegitimación del derecho a resistir la opresión» y «presentarlo como razonamiento dentro de una nueva estrategia para la liberación del Pueblo Vasco».
Protección y apoyo
Además de abandonar el EPPK, Gallastegi rechazó «todo apoyo jurídico, económico y político» que pudiera ofrecer «el movimiento político denominado Izquierda Abertzale». También pidió a la Izquierda Abertzale que no utilice su «nombre e imagen para actividades políticas». Los presos políticos que abandonaron el EPPK también fuero dejados anteriormente sin apoyo financiero, legal o médico.
22 años de prisión
Actualmente, Gallastegi se encuentran recluidos en Zaballa (Álava), pero en años anteriores estuvo recluido en las prisiones de Topas (Salamanca) y Castello I (Valencia). La policía lo arrestó en 2002 y fue encarcelado ese mismo año. Denunció torturas durante su detención y las declaraciones obtenidas bajo tortura se utilizaron para castigarlo posteriormente. El Comité contra la Tortura de Naciones Unidas dictaminó que el Estado español violó la normativa internacional al no investigar las torturas denunciadas por Gallastegi en 2011.
gedar