Ayer, viernes, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, discursó en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU). Pero sus palabras, repletas de mentiras contra el pueblo palestino, fueron escuchadas por muy pocas personas, ya que la sala estaba prácticamente vacía.
Mientras esto sucedía en Nueva York, en Israel miles de personas se manifestaban contra las reformas judiciales que promueve el primer ministro.
Netanyahu no tiene quien le escuche; sus mentiras han sido descubiertas hace ya mucho tiempo.