- “Que Sánchez ponga a otra persona al frente de Exteriores con un poco de humanidad, como mínimo”
- “En dos años sólo he podido visitarle en dos ocasiones, una por año”
- “La presión social y la presión mediática hacia el Gobierno podrían ser importantes, y quizá efectivas, pero tampoco se está dando”
El periodista vasco Pablo González lleva ya dos años en prisión preventiva en Polonia. No conoce realmente de lo que se le acusa y de forma continuada en ocho ocasiones se ha prorrogado su encarcelamiento que, vulnera los derechos humanos básicos de la UE, porque no puede recibir visitas de sus hijos y compañera de forma continuada. Una situación que cada vez se hace más difícil, como cuenta a Sare Antifaxista su compañera Oihana Goiriena, que tuvo que decirle a su segundo hijo, tras ser interpelada, que la acusación contra su aita (padre) es de ser ‘espía’. “Me miró con incredulidad”, precisó.
Lo más difícil para la compañera de Pablo González es la actitud del Gobierno español, en concreto del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Dice de él que “no está haciendo nada, nada para ayudar, está haciendo lo contrario” y afirma con crudeza que “ha faltado ya a la presunción de inocencia diciendo que los cargos son graves o muy graves y, además, es que ha mentido y engañado a la opinión pública” con el único fin de “desactivar” el apoyo hacia Pablo González. Para ella, el presidente Pedro Sánchez “tiene responsabilidad” y entiende que la presión política, mediática y en la calle permitirían dar un giro a este calvario que dura más de dos años y llama a acudir a la manifestación del 28 de febrero en Gernika (19:00 horas) desde Merkurio. Ese día y a esa misma hora en Madrid habrá una concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, convocada por plataforma #FreePabloGonzález.
Dos años de la detención y encarcelamiento de Pablo González, ¿cómo lo llevas?¿Cómo lo lleváis?
Bueno. Pues, así. No sé ya ni como contestar. La prolongación de otros tres meses no ha sido una sorpresa. Lo esperábamos. Aún así, el golpe siempre es un golpe. Duele mucho, aunque te lo esperes.
¿Tenías esperanzas de que al cumplirse los dos años pudiera cambiar la situación?
Al principio, sí. Pero luego ya me iban informando los abogados que allí, en Polonia, los cambios no se están notando todavía a nivel de jueces e instituciones penitenciarias. Todo sigue más o menos igual. Entonces, se iban desvaneciendo las esperanzas. Al final, ha sido así: es el mismo juez. Todavía no tenemos la resolución formal por escrito, la oficial. No sabemos cuáles son los argumentos, pero sospechamos que serán los mismos de siempre: ‘que están investigando y mientras investigan tiene que estar en prisión porque, de lo contrario, podría obstaculizar la investigación’ y etcétera, etcétera.
Ya, pero lo de investigar, ¿es mucho tiempo en esa situación?
Sí, sobre todo, teniendo en cuenta que decían y filtraron información de que lo tenían todo atado. Decían que tenían pruebas más que suficientes que sustentaban la acusación, pero eso lo dijeron en marzo de 2022 hace dos años. Y seguimos igual.
Dos años en la cárcel y sin nada concreto… esa es la realidad.
Al final, es lo que ha comentado más de uno: que le están haciendo cumplir ya la pena. Es una condena por adelantado [sin juicio].
¿Qué piensas porque ante esta indefensión se terminan las preguntas?
Sí, así es. Otra vez. Suma y sigue. La pregunta es ¿hasta cuándo? Porque Polonia no tiene límite máximo a la prisión preventiva. Entonces, si con este argumento pueden seguir eternamente, qué les impide tenerlo ahí todo lo que ellos quieran. O sea, cuatro, seis, ocho , diez años… porque desde luego desde el Gobierno de España no están recibiendo ninguna presión. Ningún toque de atención, nada; todo es vía libre.
Esa es otra, les están dejando hacer lo que quieran. ¿Se supone que es un país integrado en la UE que debiera de cumplir unos mínimos derechos?
Sí, derechos, unas garantías, pero no. En Polonia no se cumplen, no es así. Es su legislación, pero para eso debiera de estar la Diplomacia. La política está para eso, pienso. Aunque sea para que les hicieran cumplir mínimos que sí los tienen recogidos, que son el derecho a la comunicación familiar, el derecho a visitas. No creo que esos derechos tan básicos lo niegue la legislación polaca.
¿No habéis vuelto a visitarle?
No. Desde junio, ninguna visita más. En dos años: dos, una por año. Y llamadas, ninguna, claro. Por eso, lo que decimos es que la legislación polaca permite que pueda estar en prisión preventiva más de dos años. Pero esa prisión preventiva ¿tiene que ser incomunicada a la fuerza? ¿Dónde lo dice? ¿Y no puede exigir aunque sea eso la Diplomacia española para que tenga llamadas con sus hijos y le permitan más visitas? ¿Tampoco eso puede hacer eso la Diplomacia española? Ya lo dudo. No sé.
¿Los abogados qué te dicen?
Que esto es insólito.
Pero, ¿tendrá que haber alguna solución a esta situación de indefensión?
No sé cuál. Que le pongan fecha de juicio, que le lleven a juicio y veremos cuan sólidas son esas supuestas pruebas de las cuáles no tenemos noticia.
Que Pedro Sánchez nombrara, otra vez, a José Manuel Albares ministro de Asuntos Exteriores, ¿te sentó mal?
(Se ríe) Bueno. No es mi ministro favorito. Creo que no está haciendo lo que debe. En el caso de Pablo, no está haciendo su trabajo. Así como con Santiago Sánchez (liberado en Irán) lo ha hecho, pidió su puesta inmediata de libertad. No ha sido tan inmediata, pero al de un año ha salido libre, sin cargos, creo. Eso mismo no lo está haciendo con Pablo. Pero no sólo eso., no está haciendo nada, nada para ayudar; está haciendo lo contrario. Está sembrando dudas. Ha faltado ya a la presunción de inocencia diciendo que los cargos son graves o muy graves y encima es que ha mentido y engañado a la opinión pública diciendo que tras la decimoséptima visita consular, que es cierto, porque le ha visitado en 17 ocasiones, pero dijo que tras la última visita del cónsul ha podido constatar que ‘todos sus derechos están siendo plenamente garantizados. Todos, incluido el derecho a la comunicación directa con la familia. Esto lo ha dicho públicamente’. Es mentira.
¿Por qué está mintiendo? No lo entiendo. Con esas declaraciones lo que está consiguiendo es que la gente piense que aquí no hay nada por lo que protestar, ¿verdad? Acallar a la opinión pública, callar la solidaridad hacia él en lugar de buscar ayuda. Podría decir simplemente pues ‘sí tienen razón, le están vulnerando estos derechos, lo estamos intentando pero nos encontramos con un muro’. Podría haber dicho eso y habría quedado estupendamente bien, pero no, no lo hace.
¿Es diplomático para lo que quiere?
Sí.
Albares hace eso, pero por encima está Pedro Sanchez que tiene la responsabilidad, ¿no crees?
Sí. No sé como funciona el Gobierno, si tiene todo delegado en Albares, confía en él y simplemente aquí no se mete, pero él es el Jefe. Responsabilidad tiene.
Una persona que lleva dos años incomunicado prácticamente, sólo los abogados de vez en cuando le ven y el cónsul, y eres el presidente del Estado español ¿no haces nada?
La presión social y la presión mediática hacia el Gobierno podrían ser importantes y quizá efectivas, pero tampoco se está dando mucho. Presión social, quizá sí en ciertos círculos, pero presión mediática bastante poca.
Albares se ha encargado de derretir esa fina capa de apoyo, los medios tampoco entran. Todos sabemos como funcionan, salvo contadas excepciones. ¿No te parece?
Así es.
Pero también los partidos políticos tienen su responsabilidad. El Gobierno de Sánchez esta cogido por los pelos, si no obtiene todos los apoyos en todas ocasiones no avanza, los grupos tienen la sartén por el mango, pero esa presión no existe. Albares podría estar contra las cuerdas y no lo está. Y en el Parlamento Europeo se aprobó una resolución genérica, pero que tampoco tiene avance alguno. ¿Qué hacen?
Bueno, en los partidos políticos tengo confianza. Sí harán algo o que algo andan pensando, aunque no lo veamos, algo están haciendo. Creo que sí.
No digo nada, si lo están haciendo, tu conoces mejor, pero lo hacen con mucho sigilo, porque no se ve nada.
Sí, es verdad.
Vosotros ¿qué hacéis, qué vida hacéis?
Seguir para adelante con nuestra rutina. No nos queda otra. Aquí hay tres chavales que van creciendo, que tienen sus cosas. Yo a empujarles, a mantenerlos y poco más. Estar y consolarlos, claro. Responder a preguntas para las cuáles no tengo respuesta. Hace poco, el mediano, me preguntó, por qué no les decía cuál era la acusación. En realidad es porque no sabía como se lo iban a tomar. Hace poco insistió sobre lo que dicen que ha hecho. Le contesté que dicen que es ‘un espía’ y me miró con una cara… Si le hubiera dicho que le acusan de ser Spiderman le hubiera dado igual. Incredulidad. Le parece inverosímil, de película.
¿No ves ninguna solución con Albares?
Que se jubile, jubilación muy anticipada. Que Sánchez ponga a otra persona al frente de Exteriores con un poco de humanidad, como mínimo. Que entienda que está incomunicado y no puede ser.
¿Diles a los políticos que obliguen a Albares a dimitir?
No tengo tanta fuerza. Ya quisiera.
¿Pero el abogado de Pablo González, Gonzalo Boye, es también el abogado de Carles Puigdemont y mira la que se está montando con la amnistia?
Quien lo diría. Sin conocer los cargos, es difícil hacer.
Si quieres añadir algo.
Sin más, el día 28 de febrero, a las 19:00 horas, desde la plaza Mercurio, en Gernika habrá una manifestación, si la gente se anima, cuanto más gente estemos mejor para hacer ruido.
(Una entrevista de Juanjo Basterra / JotabePRESS / Sare Antifaxista)