Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. ¡¡Compañero del alma compañero!!
Esta mañana, antes de comenzar la marcha, nos han informado que ha muerto, Antonio, el de Balerma. Uno de los pioneros, de los que hemos realizado todas las marchas desde que comenzamos a andar en 2017. Esta tarde ha sido enterrado en El Ejido, municipio al que pertenece Balerma, entierro al que han asistido varias personas miembros de la Junta Directiva. En la salida de la marcha, lo eché de menos, porque era de las personas que siempre venía en la cabecera de la columna, hoy nos enteramos del porqué de su ausencia.
Antonio, que ha muerto con 77 años, era una persona afable, entrañable, esas con las que es imposible enemistarse, siendo amigo de todos y de todas. Lo que no quiere decir que no fuera un luchador toda su vida por los derechos de los trabajadores, de las personas, de la humanidad, republicano y antifascista hasta los tuétanos. Hace varios años, en una de las visitas de dirigentes del Partido de la Izquierda Europea a la Desbandá, le dejaron una bandera de ese Partido, y ya no la soltó en ninguna marcha más. Personalmente aprendimos mucho de él, porque él conocía mucho a su pueblo. Unas pocas historias, de la zona del Ejido, cobraron vida porque él nos las trasmitió. Fue concejal de urbanismo de Izquierda Unida, hace muchos años, cuando alguna vez hubo gobiernos de izquierda en el Ejido. Luego, toda su vida, siguió luchando por los derechos de los vecinos. Con su mujer, tenía dos hijos, una hija, y cuatro nietos.
En la marcha de hoy, hemos participado 302 personas, 145 eran hombres y 157 mujeres. Sergio Recio e Isabel Recio, participan por segundo año en la marcha de la Desbandá. Vienen desde Sevilla, y nos cuentan la participación de su familia en la Desbandá en 1937. Se trata de su abuelo, Francisco Gómez Martín, nacido el día 31 de julio de 1891, y su abuela Isabel Macho Castilla, que vivían en Villanueva de San Juan, un pueblo de la sierra sur de Sevilla, cerca de la provincia de Málaga. Francisco era trabajador del campo, y nació el día 31 de julio de 1891. Ambos tenían cinco hijas: Margarita, Isabel, Dolores, Ana y María. Una de ellas, Ana, es la madre de Sergio e Isabel y tenía 8 años. La familia salió huyendo, cuando grupos falangistas atacan el municipio el día 22 de agosto de 1936.
Primero llegaron al pueblo malagueño de Coín, y desde allí siguieron hasta Málaga capital, sumándose a la huida de la población el 7 de febrero. Sobrevivieron a las penalidades de la carretera hasta Almería. Desde allí viajaron hasta Almazora, en la provincia de Castellón de la Plana, y posteriormente a Ribarroja, donde estaban cuando acabó la guerra. El 14 de abril de 1939, el nuevo alcalde de Ribarroja, les expendió un salvoconducto para que volvieran a su pueblo, Villanueva de San Juan.
A la llegada al pueblo, la Guardia Civil le abrió un expediente a su abuelo Francisco, y su nieta Isabel comenta que todos los informes les fueron favorables, ya que tanto el comandante militar, como el alcalde, como el jefe de Falange, emitieron un informe positivo, destacando que aunque estaba afiliado al Centro Obrero Socialista, no había tenido cargos, ni había participado activamente en las elecciones y que siempre había tenido buena conducta, siendo un hombre honrado, trabajador y buena persona. Estos datos constan en el expediente, publicado por Félix J. Montero Gómez, en el libro “VILLANUEVA DE SAN JUAN, 11 DE SEPTIEMBRE DE 1936: CONSECUENCIAS DE LA REBELIÓN MILITAR”, donde relata toda la represión que sufrieron personas del pueblo después del triunfo fascista, y que calcula que alcanzó, nombre a nombre, expediente a expediente, al 20% del pueblo.
Ni Sergio ni Isabel llegaron a conocer a su abuelo, que murió en 1967, y por tanto él no les pudo contar nada de la historia. Su abuela y su madre tampoco les contaron gran cosa, solo que habían huido cuando la guerra y luego volvieron. Lo que sí les contaron, es que en la huida, las personas mayores intentaban avanzar dejando en un cerco a los niños, para que estos no pudieran ver los cadáveres en la carretera. También que, a pesar de los buenos informes que se emitieron para su abuelo, se tuvieron que marchar del pueblo para vivir en el campo, ya que socialmente eran tratados como rojos, y ese trato también se aplicaba a las niñas en el colegio.
Pero la historia de los hermanos Sergio e Isabel no acaba aquí. El marido de Isabel también participa este año en la Desbandá. Su participación es un tanto extraordinaria y singular; él se llama José, es ciego, tiene dificultades para hablar, la mano izquierda casi inmóvil y la derecha con falta de sensibilidad en las manos. Era camionero, con 24 años, cuando tuvo un grave accidente de tráfico. Estuvo un año en recuperación y después, decidió que tenía que seguir viviendo, sobrellevando sus limitaciones y se puso a estudiar psicología. En su periodo de estudiante, conoció a Isabel y se enamoraron. Posteriormente, él consiguió trabajo en Madrid, por lo que tenía que viajar desde Sevilla continuamente, hasta que Isabel lo convenció para que opositara como funcionario a la Junta de Andalucía. Sacó nota suficiente, no solamente para entrar con la puntuación del cupo de discapacitados, sino también para entrar en el cupo general. Actualmente es Coordinador del Centro de Protección de Menores de la Junta de Andalucía, y su actual reto está dentro de los derechos de los trabajadores en la Legislación Laboral y es conseguir que adapten su puesto de trabajo a su discapacidad, cosa que con toda seguridad conseguirá, más tarde o más temprano. Es un honor para nuestra marcha de la Desbandá contar con personas de la valía de José, que, en sus difíciles condiciones, viene a solidarizarse con las víctimas del fascismo y la recuperación de la memoria.
Las actividades culturales de la tarde han consistido, a las 6 de la tarde, en la visita a tres exposiciones en la Biblioteca Municipal de Salobreña. La primera de pintura-collage “Mar de Enea” y “Haciendo Camino” de Víctor Mercury; La segunda, la cartelería explicativa de “La columna de los ocho mil” de José González Barrero y la tercera, exposición de fotos “Camino del Dolor y la Esperanza” de Ana Soriano Bosch.
A las 8 de la noche, en el auditorio municipal, la proyección del documental “Rotspanier” de Rafael Guerrero Moreno y la intervención de Ámparo Sánchez Moreno (sobreviviente de la retirada por Cataluña en febrero de 1939). En el documental se cuenta cómo unas 70.000 personas, la mayoría republicanos españoles, fueron trabajadores esclavos al servicio de los nazis en Francia, que construyeron las instalaciones defensivas que estos necesitaban. Al final del acto, el compañero Balbino, uno de los marchadores más carismáticos de nuestra Desbandá, ha regalado a Amparo una madera tallada por él, reproduciendo el cuadro del Guernica, una maravilla, una obra de arte.
Mañana, salimos de Almuñécar hasta la desembocadura del Guadalfeo en Salobreña. Es el día central de la marcha y el de más afluencia de personas, prácticamente es una manifestación que recorre 14 km.