Deben de creer los gobernantes europeos que los países de América Latina (en este caso concreto Nicaragua) son todavía sus colonias. Colonizaron, como todos sabemos, a sangre y fuego durante muchísimos años. Después continuaron haciéndolo de manera más «civilizada» de otras muchas maneras, como es el caso de los intercambios absolutamente desiguales. Por las venas de los gobernantes europeos de todos los tiempos, incluidos por supuesto de los de ahora, no corre sangre, sino colonialismo a raudales.
Pero sucede que muchos pueblos de Latinoamérica hace tiempo que se sacudieron el yugo que les pusieron por la fuerza. Los de Cuba y Venezuela, por ejemplo, y también, cómo no, el de Nicaragua Sandinista. Una prueba veraz de esto que decimos es el contenido contundente de este comunicado firmado por el Gobierno de Nicaragua dirigido a la Unión Europea (UE), tras los ladridos de esta porque las autoridades nicaragüenses cerraron cientos de ONG por incumplir las leyes que las regulan.
¡Basta ya de injerencia!
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua, aclara a los señores de la Unión Europea, que Nicaragua es un país y una Patria, bendecida, libre, soberana, y por lo tanto, no es colonia, ni recibe ni acata órdenes de ningún país del mundo.
Las decisiones de las autoridades nicaragüenses, se toman en base a la Constitución de la República, y a las leyes que como país y pueblo independiente, rigen nuestro funcionamiento institucional soberano.
Recordamos a los señores de la Unión Europea, que la historia sobre la que están basados sus países es de atrocidades y crímenes de lesa humanidad, cometidos en el afán voraz de someter a los pueblos, para arrebatar riquezas, patrimonios naturales, culturales y la inteligencia suprema de los continentes del mundo.
Basta una visita a los museos europeos para constatar cómo se enorgullecen del salvajismo, la barbarie, la inmoralidad con la que “conquistaron” países y pueblos a quienes arrebataron todo, a cambio de nada.
El genocidio que cometen cotidianamente en Gaza es apenas un pálido reflejo de las cruzadas y conquistas sanguinarias de los imperios, los colonizadores y los neocolonialistas que todavía, atrevidamente, pretenden dictar normas, al mundo que no solo les desconoce, sino que les condena.
Basta de injerencia, de falsedades, falsificaciones y abusos en nombre de una supuesta y teatralizada “democracia” que bañó de sangre, miseria, sudor y lágrimas los territorios donde se asentaron para matar, exterminar y atracar.
Cumplan ustedes, señores europeos, con el respeto a los modelos y formas de vida de pueblos valientes, libres, que rechazamos contundentemente la hipocresía en sus voces injerencistas, y les sentenciamos todos los días, por su repudiable historia de ignominias.
A nosotros nos preocupa que las legítimas demandas de nuestros pueblos no han sido escuchadas, mucho menos cumplidas, por esos farsantes países que, osada, desvergonzada, y arrogantemente se creen amos, cuando sólo representan la peor y más sacrílega especie humana.
Managua, 27 de agosto de 2024
Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional
Presidencia de la República
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